Mientras que el cuerpo trata de llevar un ritmo espontáneo, a menudo por la vida que nos rodea, la mente se ve arrastrada hacia un estado acelerado. Los pensamientos van y vienen incansablemente en diferentes direcciones. Este ritmo, esta “des armonía”, comporta un desgaste y un debilitamiento que la conduce hacia estados anómalos como el estrés, ansiedad, alteración del sueño…
El Covid llevó a la ONU a recomendar la práctica del Yoga como una herramienta que puede ayudar a combatir o paliar los efectos ante una situación vivida de formas muy diversas, que está conduciendo a la sociedad a un estado de estrés y ansiedad.
YOGA: ASPECTOS PSICOLÓGICOS. El Lenguaje del cuerpo
Cuando hablamos del aspecto corporal del Yoga, inmediatamente pensamos en Asana, palabra que proviene del Sánscrito y se traduce como “postura corporal”.
En la práctica de Asana, toda la atención se sitúa en la propia observación de la experiencia interna y sensaciones corporales que nos ayuda a dirigir los sentidos hacia una sola dirección disuadiéndolos del exterior.
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